6/12/07

Milagros



Oh God, I thank you for having created me as I am. I thank you for the sense of fulfilment I sometimes have; that fulfilment is after all nothing but being full with You. I promise You to strive my whole life long for beauty and harmony and also humility and true love, whispers of which I hear inside me during my best moments.
Etty Hillesum

Laika, yo creo en los milagros...

Mira, mira que milagro es el haberte conocido y compartir algunos años contigo. Que regalo tan fantástico que la vida me ofrece con tu presencia constante y buena.

Laika... cuando nado en tus ojos veo en ellos el reflejo de la luna. Sí, tu tambien crees que es milagro mi presencia a tu lado. Y tú y yo somos como un espejo una para la otra. Y así hasta el final.

Tú me haces ver la luna en mis ojos.

¡Y es que la vida, la vida es tan así! ¿Cómo decir? La vida es un milagro en sí, una rareza, un misterio, un tesoro.

Milagro vivir. Milagro cuando por la noche me despierto y al volver la cabeza veo la presencia suave del hombre de mi vida, a mi lado y vivo, durmiendo, respirando, su corazón latiendo, su sangre fluyendo... Aquí esta, a mi lado, hasta el final, hasta que la vida diga basta.

Solo tengo que estirar el brazo, rozarlo con la mano, acariciar esta vida con mis dedos. Pero prefiero mirarlo y apreciar este instante que es un regalo, que pide silencio.

El silencio es una manera de contactar con el milagro.

Laika, la vida está llena de milagros, o llámalos como quieras estos instantes que de repente, como un rayo, nos enseñan un lado mágico de la vida, un lado sin fronteras ni barreras. Donde la mente está tranquila y ve la realidad sin mascaras. En realidad los milagros se dejan percibir cuando los ojos ven con la mirada del alma.

Que difícil se nos hace ver lo milagrosa que es la vida. Entre la guerra, la violencia, las penas y las desgracias. Y sin embargo, hasta en medio de todo esto el milagro yace, como una perla.

Déjame contarte una anécdota... En una de las mejores películas sobre la segunda guerra mundial, Slaughterhouse-five de George Roy Hill, hay una escena de mucho impacto que habla del milagro. Una fila de soldados presos americanos anda en medio de la que fue una de las ciudades más tranquilas y bellas de Alemania, Dresden, y que los aliados acababan de bombardear sin parar, durante tres días, del 13 al 16 de febrero de 1945, hasta aniquilarla totalmente. Ahora solo quedaban escombros, muerte, desgracia.

Pero en medio de toda esta tragedia va nuestra fila de soldados con la mirada perdida ante tanto horror y tanta devastación. De repente un soldado se aparta de la fila, vigilada por soldados alemanes. Acaba de ver algo en el suelo, una cosa extraña, un objeto misterioso. Lo recoge y lo muestra a su compañero. Se trata de una pequeña figurita de porcelana en forma de bailarina, algo tan frágil y tan delicado, inconcebible que una cosa así haya sobrevivido bajo tanto bombardeo y sin embargo aquí está en la mano del soldado que la mira con ojos maravillados como si viese la vida misma con su misterio y sus polaridades. Pero por el hecho de haber cogido algo del suelo este hombre testigo del milagro es instantáneamente fusilado por los soldados alemanes.

En medio de las ruinas había un tesoro escondido. Y esta es la anécdota que habla del milagro. Habla de la vida, de la muerte.

Si, Laika, los milagros hacen parte de todo esto que es la vida, todas las desgracias y las penas, los altos y los bajos, las oscuridades, el miedo, la alegría. Aunque no estemos en medio de una tragedia podemos ver lo milagrosa que es la vida. El milagro no es complicado, ni difícil de encontrar.

Milagro ver, oler, respirar, abrir los brazos, bailar. Milagro sentir la fuerza del corazón. Milagro esta capacidad de sonreír a un desconocido o de ayudar a alguien. Milagro el sol que nos calienta cada día, día tras día. Milagro la lluvia, el ocaso, la noche. Y la gente que me rodea con sus penas y alegrías. Y la tierra que sigue aquí, luchando a su manera contra vientos y mareas, presente, tan presente.

Milagro el amor.

Milagro el alma cuando hace el amor.

Milagro tú, Laika, yo, vosotros.

1 comentario:

Chapellina dijo...

"como un rayo, nos enseñan un lado mágico de la vida"

Una parte de mí también cree en los milagros.

Que hermoso Lydia!
Un placer leerte (me transporta a otro mundo):)