31/3/11

Recordando a Maurice Bishop


Recuerdo otras invasiones que me dejaron en un limbo de tristeza y de rabia. Todas las invasiones son injustas y todas tienen el sello norte americano.


Recuerdo el asesinato de Maurice Bishop en la pequeñita isla llamada Granada. Yo había seguido su historia, de este bello Maurice. Me gustada su política social, además era un héroe para mis amigos africanos. Pero los americanos lo asesinaron, justamente por su política social, entre otras cosas. Lo asesinaron e invadieron la isla. Es un leitmotiv para ellos, asesinar e invadir. Son así.

 
Esto ocurrió en 1983.



Pero lo de Maurice me dolió mucho, y empecé entonces a mirar a Estados Unidos con una nueva mirada, una mirada de alejamiento para ver un poco más claro. Sigo con esta mirada, evidentemente. ¿Cómo podemos olvidar las atrocidades que han hecho? Uno no puede olvidar. Uno no debe olvidar.



Antes hubo lo de Chile, claro. Esto también me dolió. ¿Acaso se puede olvidar lo de Chile? El tiempo no borra las atrocidades. La nueva generación quizás no sepa. Para esto están las bibliotecas, por favor.



Han pasado los años y muchos años y aún recuerdo cuando supe lo del bello Maurice. Estaba con mi amigo Touré, vino Diop a anunciarnos que había ocurrido algo terrible en Granada. Touré, que es musulmán, se fue a la habitación del lado a rezar y yo me quedé tomando té con Diop. Era un día de otoño, ¿como podían pasar cosas así, en el mundo? Pero Diop reía y me hablaba de su mujer que en Guinea esperaba un crío, y pronto. La vida seguía, como si nada. Siempre es así. La vida sigue, como si nada.



Han habido otras invasiones, otros asesinatos, habrán y seguirán porque son así. No les importa nada, lo quieren todo para ellos, les gusta destruir, destabilizar, desmoralizar. No quieren que los pueblos sean libres. Ni ahora ni nunca. Y ahora menos que nunca.



Pero yo nunca olvidaré al bello Maurice. Era alto y fuerte, valiente, energético, un hombre integro. Lo asesinaron como a un viejo perro pero yo lo recuerdo como fue, un héroe. Y es así como se trabaja la memoria, recordando a los que no han abdicado, a los que supieron quedarse depie, sin doblar, derechos como un árbol sano, bellos como un paisaje de primavera, fuertes como osos. La memoria esta hecha de estos recuerdos para no volver en el limbo. Recuerdo y soy. Y soy lo que soy gracias a mi memoria.


Maurice Bishop hace parte, entre otros muchos, de mi conciencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

llevo ya más de dos años visitando tu blog de cuando en cuando, y he de decir que me gusta tu estilo intimista aunque tal vez; te confieso siempre me ha echado para atrás ese pesimismo casi depresivo que no deja casi lugar para la esperanza tan necesaria para vivir.
Ahora que tengo mi própio blog te lo presento por si quieres echarle un vistazo, y he de decirte con todos mis respetos que he estado bastante veces tentado a enlazar tu blog al mio, pero entonces visitaba de nuevo tu blog y me encontraba otro artículo donde volvias a necesitar la droga que el cerebro genera cuando pide depresión y de nuevo lo volvia a repensar.
Te digo todo esto por si en algo te puede ayudar mi sinceridad, aunque desde mi punto de vista tiene tienes mucha más solera bloguer y no soy yo quién para darte consejos.
Venga un Abrazo.

Lydia dijo...

Nadie, me gusta la sinceridad y te agradezco de ella. El pesimismo es otra de las maneras de ver la realidad, igual de valable que otras, que el optimismo por ejemplo. Lo que importa es ser uno mismo, con sus inquietudes, sus errores de percepción, pero sobre todo las inquietudes. Creo que la realidad es mucho peor que lo que veo y tambien mucho más alegre. En la vida que no es virtual soy más alegre y optimista que en mi blog. No siempre ha sido así. Y tengo otro blog de cuentos donde no soy tan pesimista :).

Unos lo llaman pesimismo, otros simplemente claridad. Yo no sé. Yo no se si tengo esperanza, pero tengo muchas ganas de vivir! Vivimos momentos muy interesantes, únicos en sí. Y mi pesimismo es pues presencia. Presencia de espiritu y reflexiónes que me hago a mi misma.

Iré a visitar tu blog. Un abrazo,

Franziska dijo...

Seguimos vivos y engendrando. Obedecemos a un instinto ciego que a nada atiende más que a su inmediata satisfacción. Pero nuestra especie que tan altas cimas de sabiduría ha alcanzado, parece que se olvida de las consecuencias de sus actos. La solución del mundo, el fin de sus problemas sólo llegará el día en que los hombres dejen de procrear. ¿Llegará alguna vez ese momento?

Lydia dijo...

Hola Franziska,
es posible que con tanta radiación el hombre cese de procrear pero esto no es un problema, ya se estan creando espermatozoides en laboratorio. El problema es que como especie, nuestra falsa sabiduria nos esta matando y vamos simplemente a desaparecer, como especie. Seguiran los insectos, que son más fuertes que nosotros. Pero el ser humano en realidad no es muy inteligente puesto que es autodestructor. Por otra parte olvidamos el Cosmos y que otras especies desaparecieron por causas naturales, asteroides que cayeron sobre la tierra e hicieron desaparecer centenares de especies entre ellos los dinosaurios. Si los dinosaurios desaparecieron del dia a la mañana por un asteroide (y esto no es una broma) es posible que al ser humano tambien le pase lo mismo. Entonces como ves, y no es pesimismo pero realismo, no tenemos muchas puertas de salida.

Un abrazo,