¿Preparados?

Los expertos nos dicen que tenemos que prepararnos. Y los expertos en este caso son militares y científicos. Dicen: pronto caerá el sistema, todo quedará paralizado. ¿Estamos preparados? Si lo estamos, podremos sobrevivir. Si no lo estamos, no sobreviviremos.

¿Que quiere decir estar preparado? ¿Cómo se prepara uno a algo que se desconoce?

Estamos hablando de un SI imaginario aunque factible. Si ocurriese un crash, un desplome economico por ejemplo. Y si por ejemplo durante unos días no hubiese suministros en las tiendas. Si todo quedase paralizado. Si no hubiese ni agua ni electricidad por razones que desconocemos. Si tuviésemos que sobrevivir a un temporal que nos dejase alejado de todo lo que ahora hace parte de nuestra vida común y ordinaria.

Este futuro incierto quizás no llegue nunca, o quizás si. Yo siempre recuerdo las palabras de mi propio padre cuando compré mi primer auto: hija, dijo, tienes que estar preparada para la conducción en invierno, la más peligrosa. Además, no olvides nunca de llevar en el maletero mantas y una botella de ron. Con esto podrás sobrevivir hasta que te vengan a rescatar en caso de que te atrape una tempestad y te quedes bloqueada. Y no dejes nunca el motor encendido mientras esperas. De ahí que las mantas y el ron te pueden salvar la vida.

Nunca me quedé bloqueada pero el solo hecho de llevar en el maletero las mantas y el alcohol siempre me hicieron sentir más fuerte, más preparada.

Es verdad que yo vivía en un país de clima extremo, el Canadá. Pero hoy los climas extremos se han extendido a todo el planeta. Las palabras de mi padre siempre me han acompañado porque eran portadoras de una filosofía muy importante, que siempre me ha sido de gran ayuda: prepárate, cuenta en ti misma ante toda situación extrema. Le estoy tan agradecida a mi padre de haberme enseñado esta filosofía.

(Quizás también por esto siempre me han atraído las situaciones extremas y siempre, cuando las he tenido que vivir, me he sentido muy eficaz. Pero esto es otra historia.)

Nunca es tarde para aprender algo, para prepararse mentalmente a situaciones imprevisibles. Si algo ocurre, y ocurrirá, estar preparado es esencial. La preparación quita el miedo. Y de lo que se trata es de esto: de no tener miedo en caso de que algo ocurra.

Aquí pongo algunos consejos que en realidad son elementales y básicos y además no me considero bajo ningún concepto una experta. Pero esto sería la base.

Por ejemplo, siempre tener velas y cerillas a mano, lámparas de bolsillo, pilas, comida almacenada para almenos 5 meses (arroz, pasta, miel, nueces, especies, comida deshidratada, leche, leche en polvo, atún en conserva, tomates en conserva, tahini (crema de sésamo) , café, azúcar, té, vino, vinagre, aceite, jabón, pasta de dientes, vitaminas (sobre todo vitamina D, esencial para las pandemias…), agua, un caquelón o parrilla con sus elementos básicos para el encendido, cigarrillos (para los fumadores empedernidos como yo), arcilla, farmacia, radio portátil, un juego de ajedrez, papel y bolígrafos, libros, un cargador de móvil para el coche y una maleta con lo necesario en caso de que tengamos que salir corriendo de un lugar. En ella: fotocopias de los papeles importantes (DNI, permiso de conducir, libro de familia, partidas de nacimiento, empadronamiento, cuentas de banco…), vestimenta (mantas sobretodo, calcetines), comida, farmacia, gasolina extra.

¿Dinero? El dinero no tendrá ningún valor. Los expertos aconsejan oro y plata. Yo, personalmente, no tengo ni dinero ni oro ni plata. Este punto es pues mi punto débil.

También es importante tener un generador eléctrico. (Otro punto débil).

Lo importante es no depender de nadie, ni del sistema comercial (tiendas y proveedores), ni esperar ayuda del sistema en sí: policía, bomberos, ambulancias (esto en casos extremos)… También, importante tener una bicicleta con cesta.

Es muy importante la comunidad, los vecinos. ¿Podemos contar con nuestro entorno? ¿Tenemos soporte?

Si no funciona el móvil, el teléfono, Internet, tendremos que estar atentos a lo que pasa alrededor, una radio con ondas cortas es esencial. Una radio amateur mucho mejor. De ahí la importancia de la comunidad y la vecindad, esencial para obtener información y ayuda en caso de necesidad. En una metrópolis la cosa es más complicada que en un pueblecito. Dependiendo del lugar en donde vivimos tenemos que ver las prioridades y los problemas que pudieran surgir...

Podemos ir preparándonos poco a poco, un día ponemos esto en el desván, otro día lo otro. Podemos hacer listas, en caso, de lo más importante que necesitaríamos. Podemos practicarnos: un día actuamos como si no tuviésemos electricidad. En la practica vemos los puntos débiles. Lo importante, para mí en todo caso, es la preparación. Ver esta preparación como un juego, un juego serio, pero sin dramatismo ni alarmismo. Ser como estas maravillosas y simpáticas ardillas que a la vez que se lo pasan bomba van acumulando comida para poder sobrevivir en invierno. Son, las ardillas, muy inteligentes. Aprendamos de ellas.

Aprendamos también a tomar conciencia de lo que verdaderamente es necesario. Y trabajemos nuestra imaginación, un músculo perfecto para luchar contra la insipidez.

Y si no pasa nada, tanto mejor.