4/3/10

Nubes negras


Ellos quieren de un mundo gris, triste, cerrado, controlado, compartimentado, limitado, cuadrado, rejado. Triste y sin sol, y sin luz, y sin esperanza. No quieren que miremos el cielo, el horizonte. No quieren que reflexionemos. No quieren una humanidad humana, empática, solidaria, evolucionada. No quieren que seamos curiosos, inquietos, buscadores, aventureros, imaginativos.


Odian el progreso, los avances, las economías en movimiento. Son amantes del obscurantismo y de la estagnación.


Nos quieren ignorantes, nos quieren imbecilidados, nos quieren secos por dentro, sin savia, sin energía, sin deseo, sin ideas propias.


Si no hacemos nada para parar esta realidad que ellos han decidido para nosotros nos encontraremos en una prisión de muertos vivientes y será el final de la humanidad tal y como la conocemos.


¿Qué es lo que podemos hacer, individualmente, en contra de este Nuevo Orden Mundial? El Nuevo Orden Mundial no son solo tres palabras, es mucho más, es un pozo infinito de servidumbre y de dolores, es un cerrar, impactante, de este futuro que no quieren para nosotros, que nos niegan: un futuro de cambio, un futuro sin guerras ni hambrunas, un futuro más justo, un futuro sin la fuerza de los bandidos, un futuro libre, con Internet libre, un futuro bello, un futuro con políticos buenos y amables que quieren paz y armonía y sobre todo que quieren que los ciudadanos sean personas libres, fuertes y libres para hacer de esta tierra un lugar sin victimas, sin mártires, sin esclavos.


Hay días que solo quiero cerrar los ojos y no ver nada. Pero esto no puede ser. Porque cuando los abro de nuevo me doy cuenta que las cosas han empeorado, un paso más de mastodonte que han hecho. Una reja más puesta sobre la prisión que nos tienen preparada, para todos. Nos tienen preparado campos de trabajo, simbólicos o no, cementerios, simbólicos o no. En África, por ejemplo, es normal, para ellos, dejarlos morir de hambre. Para ellos (la Unión Europea o la NATO o las Naciones Unidas), los africanos no son NI números. Esto es mucho decir.


Ah, habíamos pensado que Hitler era una excepción. Y habíamos creído que el Nazismo eran cosas del pasado, una mala pesadilla. Una de estas pesadillas que no quieres ni recordar. Pero las pesadillas son mensajeras de verdades inalterables, profundas como las cuevas de nuestros antepasados, mensajeras de realidades que no queremos afrontar pero que tenemos que afrontar. No quisimos afrontar el Nazismo, mirar en el fondo del Nazismo, escuchar sus mensajes oscuros y peligrosos. Dijimos: oh, Hitler, el malo. Apuntamos del dedo a Hitler y a sus complices, cohorte de bandidos sin escrupulos, olvidando que apuntar es separar. Pero lo siento, Hitler fue un espejo ya que Hitler era un ser humano. Separamos. Hubiésemos tenido que unir, ver que Hitler era un reflejo, que todos podemos ser Hitler o Staline o Pol Pot, que si estos monstruos existieron (ayudados y creados por los Illuminatis) fue por alguna razón. Ya lo dijo Eric Fromm: nos habita el miedo a la libertad. Y también dijo que otro Hitler, otro salvador maléfico aparecería a causa de este miedo a la libertad.


Lo tenemos con Obama, pero Obama no es un salvador. Es un dictador. O mejor dicho: un político de paja dictador, manejado por los mismos Illuminatis que pusieron en marcha Hitler y los otros.


Y ahora estamos aquí, enfrente de una situación que parece sin salida. ¿Que tenemos que hacer? ¿Tanto miedo le tenemos a la libertad que nos creemos todas las mentiras que nos dicen? Pero no solamente las mentiras, si no también las amenazas. Somos incorregibles. Y muy burros.


Tiempos duros se acercan, nubes grises que se transformaran en nubes negras, tan oscuras que la tierra parará de dar vueltas y que volveremos a las cavernas y todo por lo que hemos luchado desaparecerá en la nada.


Pero yo, y muchos más, queremos seguir con la esperanza y el sueño... Llenos de emoción y de vida.






5 comentarios:

José Cemec dijo...

Ya son muchas casualidades para que no nos demos cuenta de que algo anormal está pasando.

La Tierra, nuestra Gaia se está viendo atacada y se defiende. Como un ser vivo que es, tiene su corazoncito, y su sistema inmunológico actúa contra las agresiones que el virus del ser humano les está provocando.

No sé hasta cuando estará dispuesta a aguantar, pero a este ritmo creo que los terremotos y tsunamis que hemos padecido no son sino el principio de esa reacción antivírica que se prepara para inmunizarse.

Que dios nos coja confesados.

Un abrazo.

Lydia dijo...

Jose, amigo, el burrito que has puesto es precioso. Pido perdon a los burros del mundo entero de haberlos insultado comparandonos a ellos. Los burros son mil veces mas inteligentes que nosotros, en todo caso que los Illuminati!

Tienes razón. No se como acabará todo esto pero si seguimos así todo esto acabará PRONTO.

Que pases un buen dia,

Lola dijo...

Hola Lydia, leo en algún sitio que vamos a regalar vacunas de la gripeA a Africa. Cada vez tengo mas miedo.
Tengo un post con ayuda a Haiti.
Besos Lola

Lydia dijo...

Hola Lola,
si, ya sé. Envian las vacunas, que por cierto ya estan caducadas. Pero todo esto hace parte del Plan. Matar lo más posible a los africanos.

Hace algunos años conocí a un hindú que me dijo que en cierto momento la OMS regaló mantas a los hindues, pero estas mantas estaban contaminadas y produjeron la viruela.Es así y no hay que darles vueltas.

Ya he leido tu post. Si veo el libro y me gusta pues lo compraré.

un abrazo,

francesc dijo...

Hola Lydia, Nosotros los humanos, somos una plaga para nuestro mundo, inclus peor que la malaria, el ecarabajo de la patata o cualquiera...ocupamos y destruimos, en nombre y por lo que sea, tampoco importa en nombre de quien. Hitler fue un asesino y exterminador terrible, pero fijate que se ha condenado y maldecido, ya no se puede matar y extrminar en su nombre...esta castigado y prohibido, pero no importa se sigue matando destruyendo y exterminando en nombre de otros, por distintas motivos...que en el fondo son los mismos...dificil solución.
Mañana leere otros post tuyos, se me ha hecho tarde
Un fuerte abrazo Lydia.