31/8/08

1976




Hace 32 años, Laika, yo fui azafata en unas Olimpiadas.

Este año, como sabes, no las he seguido, las Olimpiadas. No he querido saber nada de ellas ya que considero vergonzoso que los juegos se hayan hecho en un país dónde reina la dictadura, una de las más duras que hay en el mundo hoy en día. Un país de misóginos, un país que no permite la libre expresión. Un país que odia a las mujeres. Un país que se está apoderando del mundo. Por otra parte, no puedo concebir que un encuentro, como simbolizan los Juegos Olímpicos, haya tenido lugar en una nación dónde hay campos de trabajo que son campos de concentración.

Yo, Laika, hace 32 años fui azafata en los Juegos Olímpicos de Montreal. Fue un año especial para mi, 1976.

Tengo buenos recuerdos de aquel trabajo que fue el primer trabajo importante en mi vida. Y muy bien pagado, por cierto. Fue también una experiencia de grupo magnifica dónde aprendí a trabajar en equipo y dónde descubrí mi capacidad de funcionar bajo presión. También participé en una experiencia intercultural, y esto fue una escuela que me ha servido a lo largo de mi vida.

Además, 1976 fue un año importante para las mujeres, para la liberación de la mujer. Yo también me liberé, a mi manera. Descubrí el feminismo, esta gran escuela de vida, esta filosofía liberadora y valiente para la mujer. Empecé a disfrutar de mi libertad. Fue maravilloso.

Siempre recordaré las Olimpiadas de Montreal como el comienzo de una gran aventura: mi vida. Poco después participaría en un encuentro multicultural que me llevaría hasta África. Y África, para mí Laika, ha sido la puerta que ha abierto mi corazón a la diferencia. Y cuando uno ama la diferencia, la acepta y la interioriza uno abre el camino de la comprensión y de la compasión. Se acabaron las barreras, el racismo, el miedo. Africa me liberó de la educación. Empecé a disfrutar siendo yo también diferente de mis amigas, de mis padres, de mi familia. Fue otra emancipación.

Han pasado muchos años Laika desde aquellas mis olimpiadas pero sigue el recuerdo de una chica vestida de uniforme naranja, feliz, alegre, palpitante de energía. Sigue aquella Lydia saboreando la vida, riendo con otras chicas, caminando sobre un camino misterioso y frondoso. Y sigo viva, agradecida de todo lo que he vivido.


Aquí va un video muy raro ( lo he estado buscando durante varios años sin encontrarlo y es gracias a un hombre de Montreal que ahora lo podemos ver) sobre la canción de cierre de los Juegos Olimpicos de Montreal cantado por Estelle Saint-Croix. Es una canción que dice la palabra "Te Quiero" en varias lenguas. Ah, Laika, si todos pudiésemos vivir siempre este Te Quiero con todos, sin diferencia de raza, de clase, de religión. Si esto fuese posible... Y yo sé que es posible.





1 comentario:

Imagine Photographers dijo...

Yo tampoco estoy de acuerdo, la sociedad tiene una doble moral y es dificil evitarlo mientras esta se base en el poder.
Hace tiempo yo luchaba por que una utopia, fuera realidad y ahora sueño con una ilusión que para mi es una utopía.
El video es muy dulce, me uno a tus deseos.
Estos dias me he imitado a mis tortugas:), pronto te escrivo.
Un beso grande,
Franki