Hola Lydia: Me he sonreído sanamente ante esa energía que sale de ti. Tienes la fuerza que se necesita para cambiar el mundo, esa que a mí me falta. Estoy a favor de la causa tibetana, pero eso sí, no te molestes porque yo siga comprando cosas chinas de esas tiendas baratas. Es que soy un inmigrante cubano en España y me pagan una mierda. Lo siento. Ojalá pudiera hacer boicot, pero con dos familias que mantener, una en Cuba y otra aquí, no da para más. Besitos: Tadeo
José, bienvenido a mi blog y al de Laika. Y muchas gracias por los comentarios. Entiendo que los productos chinos sean más accesibles. Yo tampoco no tengo mucho dinero pero antes de comprar algo made in China prefiero esperar. Hay muchas cosas que uno compra en las tiendas chinas y que luego, francamente, no sirven para nada. De todas maneras el problema está mucho más allá que el de comprar o no en las tiendas de los chinos, que por cierto me caen muy bien, no es en contra de ellos que estoy enfadada, pero por la politica hipocrita de nuestros gobernantes.
4 comentarios:
Coincido plenamente con vos, Lydia.
Me alegra que compartamos este pensamiento.
Un abrazo!
Hola Lydia:
Me he sonreído sanamente ante esa energía que sale de ti. Tienes la fuerza que se necesita para cambiar el mundo, esa que a mí me falta. Estoy a favor de la causa tibetana, pero eso sí, no te molestes porque yo siga comprando cosas chinas de esas tiendas baratas. Es que soy un inmigrante cubano en España y me pagan una mierda. Lo siento. Ojalá pudiera hacer boicot, pero con dos familias que mantener, una en Cuba y otra aquí, no da para más. Besitos:
Tadeo
Raquel, gracias por sentir lo mismo en lo que toca el problema del Tibet. Digo gracias, porque hay tan poca gente que se expresa sobre este tema.
Un beso,
José,
bienvenido a mi blog y al de Laika. Y muchas gracias por los comentarios. Entiendo que los productos chinos sean más accesibles. Yo tampoco no tengo mucho dinero pero antes de comprar algo made in China prefiero esperar. Hay muchas cosas que uno compra en las tiendas chinas y que luego, francamente, no sirven para nada. De todas maneras el problema está mucho más allá que el de comprar o no en las tiendas de los chinos, que por cierto me caen muy bien, no es en contra de ellos que estoy enfadada, pero por la politica hipocrita de nuestros gobernantes.
Hasta pronto compañero,
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