
Este verano he hecho una broma a mi hermana, Laika. A veces soy traviesa, como tú…
Le dije que para su cumpleaños le enviaría una película muy romántica. Mi hermana es así, le gusta este tipo de cine. Yo, como sabes Laika, odio las películas románticas. A mi me gustan las películas de terror.
Así que le envié Vacancy pero le dije que era una historia sentimental y fantasiosa, de esas que se miran con una botella de champán y un novio. Y así le escribí en la postal: no te olvides del novio dónde podrás apoyar tu cabecita sobre sus hombros.
Mi hermana me creyó y preparó una cena, invitó a su novio y empezaron a mirar Vacancy. Una película de terror, quizás la mejor película de terror que he visto estos últimos años. Es decir, de estas que si la miras tienes que advertir a tus vecinos que si oyen gritos no llamen a la policía, que no pasa nada, que solo eres tú gritando porque miras una buena película de terror.
Vacancy es un guiño, también, a la tan conocida Psicosis de Alfred Hitchcock. Pero va más allá, va mas lejos, es más moderna, más cercana a nuestra realidad. De todas maneras he revisitado a Psicosis y es una obra maestra, con los ingredientes perfectos del terror, entre ellos el suspense, un arma que Alfred Hitchcock enseñó como utilizarla. Decía el gran maestro que había una diferencia entre la sorpresa y el suspense. Y ponía el siguiente ejemplo: Una bomba tiene que explotar. Supongamos que el espectador esta viendo una escena donde se ven espectadores en un cine. Si hablamos de sorpresa lo que ocurrirá en la escena es que de repente explota una bomba. Esto es una sorpresa, nadie se lo esperaba, nadie había anunciado la explosión. Pero si hablamos de suspense, el espectador ya sabe de antemano que una bomba explotará en la sala de cine de la escena que está viendo. ¿Cuando explotará? ¿En que momento? Esto es suspense.
El terror, el terror bueno en el cine, es el suspense al límite, sin concesiones. No es sadismo. Hoy en día se hacen muchas películas que son sádicas, ni más ni menos. En las buenas películas de terror no es necesario ver cuerpos descuartizados, sangre, cabezas despedazadas, tripas o tendones cortados con hachas. El suspense es más delicado y a la vez más potente. Es más inteligente porque juega con tus nervios y no es repulsivo.
Vacancy también ocurre en un hotel, como Psicosis, y también tiene su hilito de humor negro. Pero es una película que no te deja suelto, te amarra y te suelta al final. Es muy buena.
Aquí pongo los créditos de la película, o como dicen en inglés, The Opening Sequence. Es excepcionalmente buena esta obertura, aunque solo se vean palabras y se escuche una excelente música. Pero este comienzo ya indica lo que va a venir: El laberinto que se ve al final de los créditos ya es una especie de advertencia. Y también yo advierto que tus nervios acabarán hechos polvo si te atreves a ver la película hasta el final.