20/6/11

En el mismo cruce ellas y yo


Tengo que decir que siempre hay algo, algo indefinible y misterioso, que me atrae de aquellos años en Inglaterra, entre 1938 y 1945. Algo que reconozco, como algo mío, algo que ya hubiese vivido o sentido. Y cuando las leo, o las veo, o las estudio, aquellas mujeres de aquellos tiempos, es como si viese alguien de mi tribu y me siento muy emocionada.

Quizás estamos aquí para recordar, cada uno a nuestra manera, y para hablar de ello, cada uno con nuestro propio estilo, y emociones y sentimientos. De ahí nuestro particular interés por ciertos temas, y así una voz, una voz como muy interior, una voz como la de un animal herido y abandonado que llega de debajo de la costra terrestre, puede dejarse oír. Y esto es importante.

Y cuando las veo o las leo o las miro como mariposas en pleno vuelo captadas por el celuloide en blanco y negro siento como un llanto interno, muy suave, y una feroz alegría, muy suave también, dentro de mí de verlas tan fuertes y valientes, mis heroínas, mis valientes hermanas amazonas, mis fraternales compañeras que siguen vivas gracias a mi mirada. Porque se trata de esto.

Pero es un tiempo que ya no existe, casi impalpable, casi borroso. Y sin embargo...




Algo me tienen que decir, para que las sienta tan cercanas a mí, a mi vida, a mis tiempos. También en aquellos años se hablaba de un Nuevo Orden Mundial, y también se hablaba de política y también habían que no aceptadan las mentiras, la propaganda, la guerra…

Ellas las veo como personas muy valientes y aunque aceptasen de entrar en la maquinaria de la guerra y por esto mismo. Siguiéndolas aquí y allá, en sus largas jornadas y sus duros trabajos, me permiten reflexionar sobre esta misma maquinaria que hizo de toda una populación una gran fábrica de armamento. Y me parece increíble. Qué además de promover las guerras, los políticos hagan trabajar a la ciudadanía para ellos, para sus medallas y sus batallas, para sus propios juegos, para sus jefes, que fueron y serán siempre los bancos. Y que apareciera un monigote como Churchill (que la Historia Oficial pinta como gran hombre político) para que un país entero se vuelque día y noche sin parar a construir armamento, aviones, barcos para ir a matar al enemigo (otra mentira). Churchill, este gran monigote feo y asqueroso que dio la orden de bombardear sin merced a Dresden.

Sí, fueron valientes y valerosas y participaron en algo extraordinario, no en el sentido de bello pero si de cambiante. Un cambio radical en sus vidas. Me enseñan pues la adaptación para el sobrevivir.



Entonces pues estamos ahora en el mismo punto de partida, como si el Tiempo no hubiese transcurrido. Es pues también la constatación que las guerras no permiten a la humanidad de evolucionar pero si de retroceder. Y si los monigotes que son después de todo unos mandados permiten las guerras, es por esto mismo. Para que la humanidad no evolucione. Aquellas mujeres y yo estamos en el mismo cruce del camino, ante un mismo paisaje. Con el mismo discurso, con la misma propaganda, un mismo enemigo.

Me dicen, a través de sus vidas tan emocionantes y a la vez tan rígidas, que es importante participar, cada uno a su manera, y es importante la reflexión. ¿Qué es lo que esta pasando? se preguntaban. Mientras aprendían nuevos conceptos, nuevos trabajos, mientras formaban equipos y grupos y tribus, y que el mundo iba destrozándose, rompiéndose, se quebrajaba como una bella pieza de arte tirada en el suelo. En mil pedazos la tierra pero ellas seguían fuertes, valerosas, humanas e inteligentes.


Estoy leyendo: That Summer de Andrew Greig



Y estoy viendo: The Gentle Sex de Leslie Howard (1943).



5 comentarios:

Lydia dijo...

He puesto la pelicula "The Gentle Sex" porque aquellas mujeres si fueron al cine la vieron. Es evidentemente una pelicula romantica y bastante propatandistica. Pero es lo que habia.

Lydia dijo...

Quise decir PROPAGANDISTICA.

Mr D dijo...

Hola Lydia, leyendo lo que dices de que hay algo que te atrae de esa época en Inglaterra, tengo que decirte que puede que tu encarnación anterior fuera allí en esa época. Yo me siento muy atraido por la época de la guerra en Alemania y por los científicos de esa época. Tengo un amigo que recuerda perfectamente su anterior encarnación en esa época de Alemania, era científico e incluso sabe el nombre y lo que hizo. Es curioso como atraje a mi vida a esa persona y luego me di cuenta de todo, pero no he logrado descubrir quien era yo. Tampoco quiero forzarlo porque a lo mejor no necesito saberlo, pero sé que hay algo.

Un abrazo.

Lydia dijo...

Mister D creo que tienes razón. Algo tiene que haber porque lo que siento no es solo una atracción intelectual. Es mucho más. Cuando leo sobre aquella epoca es como si reconociese un paisaje, me reconociese en este paisaje. Todo me parece conocido, y me siento muy emocionada como cuando uno vuelve a su tierra. Además me gusta la moda de aquellos años, veo a las mujeres y me veo en ellas, miro a los hombres y me gustan, me siento cerca de ellos. Hasta puedo desdoblarme, estar aquí pero vivir lo que pasó allá. Es seguramente por esto que la Guerra siempre ha sido un tema que me ha interesado. Qué extraño, no?

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Hola Hermana,

a mí de momento no me ha pasado consciente y sinceramente una conexión de ese tipo;

Me Alegro de que trajeras la tuya, y Mr D la suya,
Gracias

Abrazos