1/11/08

Mi cementerio interior






Laika,


En mi cementerio interior no hay cruces ya que no creo en este símbolo de dolor y de sumisión. Pero sí creo en la energía, y es por eso que en mi cementerio interior hay lucecitas, brillantes, que siempre están iluminadas y que siempre me dan luz y calor.


Es un lugar especial, mi cementerio interior. En él hay estos seres queridos que ya no están. Pero que siguen presentes y es como si estuviesen. Hay mi madre con su eterna sonrisa y su voz suave que me dice continuamente que no me enfade tanto, o que controle mi mal carácter. Mi padre también está, a veces huelo la madera que siempre asocio con el beso que le daba en la mejilla, cuando le iba a visitar. Y hay mi perro Firgoff, negro y fuerte y bello. Minoushka, la gata de rayas grises. Buda, el perrito de la pradera más guapo de la tierra. Y Spartacos, un terrier travieso. Ahí están todos, y otros más, luces, energía, memoria, recuerdos y tanto, tanto más…



El halo de sus vidas, este momento tan especial que han vivido aquí, sobre la tierra conmigo, me sigue acompañando. Muchas veces creo que no se han ido, tan presentes los siento, tan íntimamente los percibo. Veo la sonrisa de mi madre, o la mano de mi padre, espesa y fuerte de tanto trabajar la madera. Siento la fuerza de Firgoff, como si viniese a darme un beso o rozarme con una des sus patas.


Olores, sabores, silencios especiales, siempre algo me los recuerda. Andando por la calle, leyendo, conduciendo, el dialogo con ellos no se ha roto. Cosas que me gustaría hacer con ellos, paseos imaginarios. Conversaciones inventadas, caricias, sonrisas. Les pido consejo, a veces, o ayuda. Fuerza, darme fuerza y valentía, les digo. Minoushka, dame un poco de tu energía, tú que viviste 23 años. Dame tu energía buena, enséñame como amar incondicionalmente como tú lo hiciste conmigo.


Cuando hay mucho viento, este viento del Norte tan potente, se me aparece en la mente Firgoff desafiando el viento que un día nos atrapó y como, con su fuerza de labrador retriever, pudo ayudarme a llegar hasta la puerta de la casa. Ah... recuerdos, memoria, sensaciones que con el tiempo no han desaparecido, al contrario. Más pasan los años más todo se vuelve más claro, más agudo y límpido.



Y tú, Buda, que tanto me enseñaste, tan pequeño que eras y me ofreciste el don de dar, y me permitiste descubrir dentro de mí un amor inmenso y materno y eso desde el primer día en el que vi tus dos ojitos negros, almendrados, el día cuando me enamoré de ti y de Shiva, tu compañera que aún vive...


Y tú, Spartacos, el terrier más listo que jamás ha existido: cuando viste a mi madre te enamoraste de ella. Y recuerdo cuando yo llegaba a casa de mis padres, tu alegría al verme entrar por la puerta ya que sabias que nunca me olvidaría de ti, nunca pararía de abrazarte y de besarte, nunca, simplemente, desaparecerías de mi vida.


Sí, mi cementerio interior está vivo, está vibrante de memoria y de recuerdo: olores, sabores, paseos interiores que hago los ojos abiertos, sin miedo ya que un día sé que volveré a fundirme yo también en energía, como vosotros.





Mi padre.



Firgoff...


Minoushka.



Buda.



Mi madre con Spartacos.


18 comentarios:

Chapellina dijo...

Y los sientes tan cerquita de ti porque en realidad, las personas especiales nunca mueren.

;-)

Noemí Pastor dijo...

Mi madre me ha reñido por no haber ido a vistar la tumba de mi padre en Todos los Santos. Como si necesitara ir al cementerio para acordarme de él.

la granota dijo...

Muchos besos!

Lydia dijo...

Hola Chapellina, pues tienes razón, pensandolo bien: para mí no están muertos. Simplemente estan ausentes, como si se hubiesen ido de viaje. Eres un angel, Chapellina, porque me acabas de hacer vivir un "Insight". Es maravilloso la comunicación.

Un beso fuerte, fuerte,

Lydia dijo...

Noemi, un placer tenerte en mi blog. Pues es normal: las personas de otra generación tienen sus rituales, e ir al cementerio para ellas es muy importante. Para nosotras no: tenemos otros rituales, como ser testigos de asesinatos macabros... ;), en estas novelas policiales y negras que tanto nos gustan...

Un abrazo y gracias por tu visita.

Lydia dijo...

La granota: recibir un beso de una granota tan gentil como tú es todo un honor. Y me reconcilia con la vida misma!

Un beso fuerte,

AlbertoEstévez dijo...

Seguramente nuestro corazón sea el cementerio de recuerdos más grande...

Un abrazo.

Lydia dijo...

Alberto, quizas tengas razón: el corazón, este lugar dónde vamos amontonando reliquias de todos estos seres que hemos amado tanto, tanto. Y tambien cementerio de los que hemos odiado. Pero todo se une, en el corazón ya no hay división. En el corazón hay espacio para todo.

Un fuerte abrazo,

Abedugu dijo...

Que maravilla de escrito, cuantos sentimientos, cuanto amor por personas y animales que ya se fueron y sin embargo siguen presentes en tu vida.
Te felicito, me emocionó.
Un abrazo

Chapellina dijo...

Sí, la comunicación es un proceso mágico. Así lo califico. Un beso para ti también ;-)

Imagine Photographers dijo...

Como bien dice Chapelina las personas especiales y yo añado los animales especiales, nunca mueren, simplemente, estan ausentes, pero su energia forma parte de nuestro entorno.
Un fuerte abrazo, franki

Logan y Lory dijo...

Seres que pemanecen en tí, en tu memoria, que siempre vivirán alumbrando esas lucecitas centelleantes de tu cementerio interior.

No hace falta visitar cementerios para tener presente a los que ya no están, y convivir con sus recuerdos, sentir su presencia es alargar la vida de los que ya no están.

Gracias por tu visita a nuestro blog. El tuyo proporciona paz.

Un cordial saludo.

José Cemec dijo...

Las personas, así como los animales e incluso las cosas no mueren mientras estén en el pensamiento y por supuesto en el corazón de alguien.

Lo único que muere es lo que se olvida.

Un abrazo y un recuerdo para todos nuestros seres queridos que se nos fueron, pero que siguen vivos en nosotros.

Maripaz dijo...

Bonitos y entrañables recuerdos de personas queridas ...esas que nunca olvidaremos ...

He descubierto tu blog, por casualidad y me ha encantado ...

Adoro los animales ...tengo una perrita , que se llama Laika ...como la tuya

Un beso

Lydia dijo...

Imagine Photographers, gracias por tu comentario. He tardado mucho en contestar, estoy tan atareada en este pueblo de 10 habitantes... Y yo siempre digo: si no fuese por los animales no valdría la pena vivir.

Un abrazo fuerte,

Lydia dijo...

Abedugu, miles de gracias por tu comentario. Espero que estés bien. Un abrazo fuerte,

Lydia dijo...

Logan y Lory, gracias por la visita. Y por lo de la paz en mi blog. Es gracias a Laika. Ella es paz y tranquilidad.

Un beso fuerte,

Lydia dijo...

Blak Eagle, gracias por tus palabras. Tienes tanta razón. Parece mentira, pero es así. Mientres estén en nuestro corazón estos seres siguen vivos, enteros, palpables, dialogables. Sigue la relación y a veces hasta sigue el conflicto!

Un abrazo,