26/8/11

La Nausea


Hemos llegado en el momento en que la nausea aparece y tengo que cerrar la radio para no vomitar, respiro hondo, el paisaje me ayuda a calmarme, la ruta esta vacía (tan vacía que tengo la impresión de estar en el fin del mundo), el cielo muy azul.

Para calmarme me digo que hay otros como yo que están viviendo esta nausea, este rechazo físico y mental de lo que se dice, que no estoy sola me digo, otros como yo también tienen que cerrar la radio o la tele o tirar contra la pared el periódico y salir corriendo de la habitación para respirar otro aire, respirar hondo y que todo se calme: la rabia que acompaña la nausea, la desesperanza, la tristeza, el dolor.

Es una nausea que es como una ola de mar, que lo abarca todo, que es pulso destructivo. Pongo Barry White para calmarme y entonces viene la nostalgia de otros años donde pensaba que la culpa era nuestra, que llegaríamos a un consenso para arreglar el estado de todo este Mundo. En aquellos años yo era muy idealista. Apago a Barry White, no es buena la nostalgia en estos tiempos. En estos tiempos hay que ser realista y precavido, ya mi padre me lo aconsejaba cuando era mas joven.

Quizás esta nausea es necesaria, la repulsa es necesaria, el rechazo es necesario. Quiero relativizar: durante la Segunda Guerra Mundial muchos debieron vivir esta nausea al oír los discursos de Hitler pero sobretodo al ser testigos de la complicidad de los gobiernos, de su falsa “incapacidad” para resolver el avance mecánico y destructor del Nazismo, muchos debieron salir pitando de sus habitaciones después de apagar los aparatos de radio, respirar hondo, reflexionar. Cuanta soledad debieron sentir al oír la intensa propaganda a todos los niveles para justificar la carne de cañón, el odio, la puesta en marcha de aquel Nuevo Orden. Cuando uno lee los diarios personales de aquel momento histórico, insisto, uno sabe entonces que esta soledad que sentimos es relativa, en este espacio tiempo no estamos solos y esta idea es nutritiva para el espíritu.

Entonces cuando oigo a nuestros periodistas demonizar a Gaddafi, a nuestros ministros (en este caso ministra) afirmar el bien de esta guerra, cuando los oigo mentir descaradamente sobre todo, y también diciendo claramente los objetivos de esta guerra, como se van a dividir el pastel los gobiernos, como nos van a hacer pagar todo lo que han hecho y van a hacer, porque una cosa esta clara: las guerra las pagamos con nuestros impuestos, las reconstrucciones también. Y también vamos a pagar el hecho de que no hemos chillado en la calle en contra de la destrucción de Libia. En parte porque cuando dijimos NO A LA GUERRA, hace unos cuantos años, no sirvió de absolutamente nada.

Lo que si sirve es esta nausea. Ella me indica y a la vez me tranquiliza. Me incita a mirar esta realidad y sus hilos invisibles, me incita a aceptar esta gran soledad en la que vivo que hace que el silencio es algo que comparto con otros como yo.

Para los que se hacen preguntas sobre el por que de esta guerra en Libia pongo aquí un video que habla sobre Gaddafi y su Oro. Lo que me recuerda algo: cuando los Nazis invadían un país lo primero que hacían era dirigirse al Banco y apoderarse del Oro. Luego lo enviaban a Suiza. Hay un libro que es muy importante y que leí hace algunos años que habla de este tema, el tema del Oro y de Suiza y Jean Ziegler es claro: si no hubiese sido por la complicidad escabrosa de Suiza la Segunda Guerra Mundial no hubiese durado tantos años y no hubiesen muerto unos 60 millones de individuos. El libro aclara sobre la importancia del Oro en la guerra de Hitler que fue apoyado por los grandes y potentes Bancos mundiales. Y no olvidemos que sin los bancos, y entre ellos bancos judíos, Hitler no hubiese existido. Y la Historia se repite y vemos hoy que todo es cuestión de dinero y ganancias, y entonces se apoyó a Hitler mientras que hoy se apoya a unos mercenarios asesinos y bandidos. La misma basura. Aquí va el libro:



Y el video:

http://youtu.be/GuqZfaj34nc

Ayer leí tres buenos textos de mis amigos de la Tribu, y gracias a ellos puedo respirar mejor, sentirme un poco menos sola aunque es importante esta gran Soledad en la que estamos sumergidos. Solo en ella podemos crecer y avanzar.

Varín y sus grandes reflexiones.

Mr.D también reflexiona y esto me gusta.

Nadiemejorquenadie es un As.

3/8/11

Como una libélula


Mientras los políticos nos hacen ver que el Apocalipsis económico esta a punto de llegar, la vida sigue y las guerras. Los políticos son unos manipuladores sin ninguna escasez de vergüenza. Es decir: son unos sinvergüenzas. Los políticos pero también los que hacen parte del circulo: los economistas, los analistas, los periodistas…


Y sin embargo la guerra sigue, imperdonable, en Libia.


Los espectáculos se nos ofrecen como distracciones para que no miremos esta realidad, la realidad de la guerra en Libia. Esta guerra es la tragedia anunciada de todos los pueblos de África, de las esperanzas y los deseos de cambio y justicia en África. Y África, no lo olvidemos nunca, es nuestra cuna. Cuna de nuestros sueños más inconcientes y cuna de nuestro deseo de cambio. Recuerdo como Gaddafi era y sigue siendo un héroe para mis amigos africanos, como hablaban bien de él, y también de Sankara que fue asesinado. Los veo, a mis amigos africanos, hablar con los ojos brillantes, con una mirada clara y sincera, deseosa y ansiosa de bondad, de igualdad. La risa de mis hermanos africanos la oigo aún, no es una risa triste ni mucho menos, es una risa de paciencia y esperanza.


Pero no hay esperanza para África, porque África es una mina de oro, siempre lo ha sido y siempre lo será además de ser un continente que los Imperios han corrompido sin merced para después hacernos creer que el africano es un ser inútil y perezoso. Bueno, hemos olvidado tanto y hasta muchas veces nos sorprende aún otra hambruna. ¿Otra? ¿Acaso no es infinita el hambre en África?


Sí, también recuerdo que yo fui admiradora de Gaddafi, es un decir. Siempre los políticos que se han opuesto a los americanos me han parecido admirables. Y sigo siendo a mi manera admiradora del pueblo de Libia, mártir y punto de ataque del virus americano.


Mientras bombardean y anihilan la esperanza de África en un país que era un pequeñito inmenso oasis, nos sacan a relucir los payasos, es un viejo truco de circo. ¡Que la economía esta al borde de la hecatombe! Que España pronto caerá como se hundió el Titanic! ¡España, Europa, Estados Unidos! ¡Todos! Esto para hacernos reír. Y luego sacan a relucir las fieras para hacernos llorar.


La tragedia que vive este planeta sin embargo es real, y muy grave. Pero siempre ha sido así. Y cada vez será peor. ¿Nos preocupa la tragedia del planeta o nuestro bien estar?


Algo esta ocurriendo, es cierto. Estamos tan hartos de todo esto, queremos evolucionar, como especie pero no nos dejan, no quieren. Sin embargo aunque sea un trabajo solitario tenemos que seguir evolucionando y cuanto más solitario sea el trabajo mejor. Pero también necesitamos de los otros, para este despertar y esta toma de conciencia.


Pero tenemos que tomar conciencia de que hasta que no caiga este Imperio no va a cambiar nada. Este Imperio se llama Estados Unidos e Israel. Un día caerá, en el Titanic, recordemos, casi no se salvó nadie.


La guerra en Libia seguirá porque quieren anihilar no solo el futuro de África pero el de todo el planeta. La hambrunas persistirán y cada vez en más lugares. Los terremotos, las sequías, los virus extraños, los fuegos, las inundaciones, las explosiones solares, la aparición de más monstruos… Pero también nuestro despertar, que es inseparable de todos estos acontecimientos terrestres. Después de todo somos una especie en vía de extinción y como especie estamos conectados al Cosmos. Hasta las libélulas saben de este lazo. Y antes de desaparecer, sea por una plaga o un Ice Age inminente, nos daremos cuenta de ello.


Mientras tanto tenemos que seguir guardando el equilibrio, a la vez físico, espiritual y mental. Es que no nos queda otra.