Para calmarme me digo que hay otros como yo que están viviendo esta nausea, este rechazo físico y mental de lo que se dice, que no estoy sola me digo, otros como yo también tienen que cerrar la radio o la tele o tirar contra la pared el periódico y salir corriendo de la habitación para respirar otro aire, respirar hondo y que todo se calme: la rabia que acompaña la nausea, la desesperanza, la tristeza, el dolor.
Es una nausea que es como una ola de mar, que lo abarca todo, que es pulso destructivo. Pongo Barry White para calmarme y entonces viene la nostalgia de otros años donde pensaba que la culpa era nuestra, que llegaríamos a un consenso para arreglar el estado de todo este Mundo. En aquellos años yo era muy idealista. Apago a Barry White, no es buena la nostalgia en estos tiempos. En estos tiempos hay que ser realista y precavido, ya mi padre me lo aconsejaba cuando era mas joven.
Quizás esta nausea es necesaria, la repulsa es necesaria, el rechazo es necesario. Quiero relativizar: durante la Segunda Guerra Mundial muchos debieron vivir esta nausea al oír los discursos de Hitler pero sobretodo al ser testigos de la complicidad de los gobiernos, de su falsa “incapacidad” para resolver el avance mecánico y destructor del Nazismo, muchos debieron salir pitando de sus habitaciones después de apagar los aparatos de radio, respirar hondo, reflexionar. Cuanta soledad debieron sentir al oír la intensa propaganda a todos los niveles para justificar la carne de cañón, el odio, la puesta en marcha de aquel Nuevo Orden. Cuando uno lee los diarios personales de aquel momento histórico, insisto, uno sabe entonces que esta soledad que sentimos es relativa, en este espacio tiempo no estamos solos y esta idea es nutritiva para el espíritu.
Entonces cuando oigo a nuestros periodistas demonizar a Gaddafi, a nuestros ministros (en este caso ministra) afirmar el bien de esta guerra, cuando los oigo mentir descaradamente sobre todo, y también diciendo claramente los objetivos de esta guerra, como se van a dividir el pastel los gobiernos, como nos van a hacer pagar todo lo que han hecho y van a hacer, porque una cosa esta clara: las guerra las pagamos con nuestros impuestos, las reconstrucciones también. Y también vamos a pagar el hecho de que no hemos chillado en la calle en contra de la destrucción de Libia. En parte porque cuando dijimos NO A LA GUERRA, hace unos cuantos años, no sirvió de absolutamente nada.
Lo que si sirve es esta nausea. Ella me indica y a la vez me tranquiliza. Me incita a mirar esta realidad y sus hilos invisibles, me incita a aceptar esta gran soledad en la que vivo que hace que el silencio es algo que comparto con otros como yo.
Para los que se hacen preguntas sobre el por que de esta guerra en Libia pongo aquí un video que habla sobre Gaddafi y su Oro. Lo que me recuerda algo: cuando los Nazis invadían un país lo primero que hacían era dirigirse al Banco y apoderarse del Oro. Luego lo enviaban a Suiza. Hay un libro que es muy importante y que leí hace algunos años que habla de este tema, el tema del Oro y de Suiza y Jean Ziegler es claro: si no hubiese sido por la complicidad escabrosa de Suiza la Segunda Guerra Mundial no hubiese durado tantos años y no hubiesen muerto unos 60 millones de individuos. El libro aclara sobre la importancia del Oro en la guerra de Hitler que fue apoyado por los grandes y potentes Bancos mundiales. Y no olvidemos que sin los bancos, y entre ellos bancos judíos, Hitler no hubiese existido. Y la Historia se repite y vemos hoy que todo es cuestión de dinero y ganancias, y entonces se apoyó a Hitler mientras que hoy se apoya a unos mercenarios asesinos y bandidos. La misma basura. Aquí va el libro:
Y el video:
http://youtu.be/GuqZfaj34nc
Ayer leí tres buenos textos de mis amigos de la Tribu, y gracias a ellos puedo respirar mejor, sentirme un poco menos sola aunque es importante esta gran Soledad en la que estamos sumergidos. Solo en ella podemos crecer y avanzar.
Varín y sus grandes reflexiones.
Mr.D también reflexiona y esto me gusta.
Nadiemejorquenadie es un As.