6/12/10

Alucinaciones


Yo estos tres últimos días estoy alucinando. Sin embargo no he tomado de estos champiñones que producen visiones terroríficas. No, yo alucino simplemente mirando como van transcurriendo los eventos, alucino mirando a la gente y su conformismo enfermizo, alucino contemplando esta realidad que se va clarificando y desenmascarando.



Como reaccionar ante estas imágenes que se van ajuntando cual un inmenso rompecabezas. No lo sé, francamente. Cada uno tiene su manera de ver y de mirar. Cada uno tenemos nuestras reflexiones, muchos ni tienen esta capacidad. Para estos últimos me pregunto lo que les ha pasado. Debe ser que han mirado demasiado la televisión y la televisión se sabe pone en trance, hace que te conviertas en un zombie. No lo digo de broma. No es una broma, es algo tan triste como son tristes y desgarradoras las grandes epidemias. La Peste Negra durante la Edad Media mató alrededor de 25 millones de personas. La televisión no es que mate, pero vegetaliza a millares de seres humanos que al final del cuento ya no están ni capacitados para pensar por ellos mismos ni  de decidir entre la verdad o la mentira. Y esto va en crescendo. Gente inteligente sigue repitiendo el mensaje que reciben del aparato, sin preguntarse si es cierto lo que escuchan y sin preguntarse si es cierto lo que dicen. Pero si lo dice la tele tiene que ser cierto, para ellos.



Ah, que tristeza siento de ver como va el mundo, y cada día el mundo se esta estableciendo en un lugar inaccesible, como tapado por unas nubes tan negras que parecen nubes de un fuego imparable. Ya no sé que decir ante tanta inconsecuencia y tanto absurdo. El pasotismo del ser humano, en este caso de los españoles ante lo que esta ocurriendo, es de un trágico griego. Me quedo sin palabras ante esta función donde apenas se oyen los coros. Es que hasta me pondría a llorar de tanto silencio.